domingo, 11 de febrero de 2018

Lo intentaremos. (opinión)

Pedido de derecho a replica por la opinión publicada el 29 de enero del 2018 en Clarín.

Lo intentaremos.
El 29 de enero, Marcos Novaro, politólogo, escribió en el diario Clarín una opinión y en ella se pregunta si el trotskismo crece, ¿no pasaría a ser dañino para la democracia? Según el autor el planteo dejó de ser exclusivo de los paranoicos de la derecha “que ven en cualquier trapo rojo una amenaza mortal” sugiriendo que ahora es una preocupación real y del común de la gente, o sea “una amenaza mortal” ya no solo para los paranoicos de derecha.
Sigue describiendo que en el mundo hay grupos anti sistemas que tienen una vida breve y no son marxistas y que los grupos aquí, hablando claramente sobre el trotskismo, apuestan a radicalizar todos los conflictos para desatar una situación revolucionaria que sólo resolvería la clase obrera, y se pregunta ¿Por qué es esto diferente entre nosotros?.

El autor desarrolla todo un panorama sustentado sobre un montón de falsedades, pero lo peligroso e injurioso es que nos describe como un peligro para la sociedad, esto es una mentira perniciosa para nuestra integridad física más grave aun viniendo de un medio de comunicación que lo masifica y debería tomar distancia de esta injuria, a continuación ofrezco mi punto de vista divergente y opinable por supuesto:

No hay ninguna posibilidad que una persona o grupo pueda convocar a la gente ha que haga una revolución. Los únicos responsables de radicalizar a la sociedad generando las condiciones de un ascenso, revolucionario o no, son los que dirigen el estado y como consecuencia directa de las medidas anti sociales que toman en sus gobiernos:
De la Rua y Menem fueron responsables de la Pueblada del 19 y 20 del 2001.
El Zar de la Revolución Rusa.
María Antonieta de la Revolución Francesa.
Macri del Caserolazo nocturno del 18 de diciembre del 2017.
Los procesos revolucionarios son muy complejos y causales, nunca se sabe bien cómo surgen y son el resultado de una combinación del rápido empobrecimiento y recorte de libertades democráticas, que provocan la movilización continua de millones de personas sofocadas y hartas de la situación.

Es falso que aquí (en Argentina) sea diferente a otros países, hay corrientes marxistas, pequeñas y grandes, en las calles y en las instituciones de todo el mundo, muchas son parte de los movimientos anti sistema, otras se incorporaron a las filas de otras organizaciones como la social democracia, el marxismo es parte de la vida cultural y política de la sociedad, y solo con reflexionar sobre el echo histórico de que hasta 1989 el comunismo dirigió casi el 50% de la población mundial, China, Rusia y todos los países que conformaron la Unión Soviética, nos podemos dar una idea de su influencia y supervivencia, y sobre el trotskysmo podemos decir otro tanto porque también fue parte de grandes procesos políticos mundiales, solo en Francia hay mas de un millón de adherentes electorales, otro tanto en Inglaterra y varias organizaciones internacionales en mas de 50 países.

En relación a ese “entre” que usa el autor en su pregunta, todavía estamos buscando a los damnificados del “de aquí no son”: médicos, obreros, artistas, estudiantes, militantes políticos, dirigentes territoriales, embarazadas, sus hijos, periodistas, etc, desaparecidos por la dictadura de los que solo sabemos que fueron torturados hasta la muerte para destruir la resistencia social de la que fueron parte, para imponer un plan económico regional, acusados entre otras cosas de ser infiltrados.

Hay una clara intención del autor de vanalisar los reclamos sociales y a las personas que lo hacen desde distintos tipos de organizaciónes políticas, sindicales, territoriales, artisticas, de DD.HH, es falso que hay una búsqueda del “ser distinto” como quien piensa en teñirse un mechón de fucsia o buscar adrenalina en una manifestación para que la policía te vuele un ojo de un corchazo, sino que se trata de una búsqueda necesaria para defender la supervivencia: porque con el salario se paga la vivienda, el alimento y los remedios, también el estudio de nuestros hijos, o nuestros hijos se pagan el suyo y por eso luchan contra los arancelamientos que les recorta esa oportunidad, igual los secundarios.

También los jubilados están en esta búsqueda necesaria, porque luego de una vida de trabajo se merecen un retiro justo, no por corrección política o moral solidaria, sino porque generaron millones de dolares de riquezas al estado y a sus patrones durante toda su vida útil y cuando sus fuerzas ya no dan más es absolutamente lógico y justo que sigan cobrando un salario de retiro solo a cargo de quienes fueron beneficiarios directos de la explotación de esas vidas, y de esos cuerpos, y no creo que los jubilados que luchan lo hagan por una búsqueda vanal del “ser distintos”, sino para no morirse de hambre.

La cuestión no es como la plantea el autor en su síntesis gorila y macartista, que la centralidad del peronismo no deja reverdecer una izquierda light, sino que con la burocracia, sea del partido que sea, se pierden las luchas y los beneficios sociales y esto precariza la vida al punto de comprometer la subsistencia.
El modelo sindical no es fruto de la decisión estratégica del estado, que por supuesto tiene una gran influencia, sino de la lucha de los obreros en los países industrializados hasta el día de hoy, aquí estatizados por Perón, que aunque innegable fruto de su decisión presidencial, que le costó su derrocamiento militar y el exilio, también hay que decir que en esa época los sindicatos fueron legalizados en todo el mundo como política de occidente para controlar el avance de la autonomía de los trabajadores, que no solo luchaban por sus derechos en cada fabrica y desarrollaban organizaciones políticas y sindicales sino que consiguieron hacerse de un estado propio en un proceso revolucionario donde intervinieron millones de personas, es ante esto y para evitar la globalización de este ascenso social que se otorgaron derechos reclamados por los trabajadores, en todo el mundo.

Por supuesto que es de gran importancia para los trabajadores desplazar a la burocracia de los sindicatos, pero el estado no va a hacer este trabajo para nuestro beneficio, el estado solo quiere sanear los sindicatos para aplastar los derechos obreros que aun existen, por eso es nuestro este trabajo y debemos defender los sindicatos de cualquier intervención estatal.
Los gobiernos siempre son de ricos y para ricos, reconozca sin vergüenza el autor de la opinión que estamos en el sistema capitalista, los trabajadores vivimos de un sueldo y las empresarios acumulan el capital que producimos, ahora, el autor habla superficialmente de macro economía y de ajuste en un momento de sufrimiento social, esto es mas complejo y merece una breve explicación que por marxista el autor desconoce y le recomiendo su lectura.

Vivimos en un mundo donde la burguesía coronó una revolución, su revolución, en Francia, en 1789, que cambio política, económica y socialmente al mundo entero y que impulso en solo docientos años el desarrollo de la humanidad como nunca y termino con el sistema anterior, el feudalismo, pero no lo termino del todo, heredo de él dos características que son fundamentales y criticas para entender la situación económica actual del mundo, el sistema de fronteras y las monedas nacionales, que generan crisis recurrentes y sin salida, en este sistema, y que solo pueden resolverse en otra revolución, si la hubiera.

Esta es la matriz de todos los conflictos: básicamente entre los estados nacionales y la globalización económica. El imperialismo norteamericano lidera este proceso de crisis, es su moneda la moneda del mundo, sus guerras son militares y también económicas, el liberalismo es la ideología con que enmascaran el bombardeo de los mercados nacionales y lamentablemente, las burguesías nacionales, anti obreras, festejan la flexibilización y los despidos sin darse cuenta, de que por quien doblan las campanas, es por ellas, sin trabajadores que compren, no hay ganancias, la bicicleta financiera es una zanahoria para anestesiar, que dura hasta que cierran las persianas de las fabricas y negocios.

Ni el trotskismo, ni el kirchnerismo, ni nadie, puede sacar rédito de la destrucción de un país, de su mercado interno y su aparato productivo, de la pauperización, la indigencia y el despido de miles de obreros, del recorte de planes sociales y jubilaciones, nadie puede construir nada, ni oportunismo político, esto el gobierno lo sabe muy bien por eso tiene una clara actitud violenta y represiva felicitando al policía de gatillo fácil que mata por la espalda, el gobierno sabe que sus medidas solo acumulan odio social, este es el problema central y no un manojo de burócratas mas o menos ricos y menos que menos un puñado de trotskistas honestos o no.

Tenemos que reconocer, que buena parte del ascenso del Macrismo y el Kirchnerismo se deben a la gran movilización de la sociedad el 19 y 20 de diciembre del año 2001 que freno por mas de una década la expansión neoliberal que surgió luego de la caída del Muro de Berlín al igual que en Venezuela, Bolivia, Ecuador y en buena parte de Latinoamérica. Ahora, ante la nueva ola neoliberal que nos azota necesitamos la mas amplia unidad de acción, sin sectarismos y sin diluirnos entre nosotros, para defender las conquistas sociales de los últimos 100 años que estamos por perder, inclusive es muy probable que también se lleven puesto el sistema político que conocemos.
Solo impunemente se puede hablar de repartir frutos entre el gobierno y la oposición, al mismo tiempo que se espere que el gobierno sea un mejor mentiroso “mas creíble” y como resultado anhele que surjan moderados que eviten la violencia maximalista de la protesta social, mientras se destruye el mercado laboral, no es ingenuidad la del politólogo experto en su temática.
La gente organizada, en su derecho democrático, lo va a intentar, porque las dos movilizaciones contra el recorte jubilatorio fueron masivas, porque la marcha nocturna también lo fue y convocada por la indignación popular, la gente organizada en su corriente política o sindical lo va a intentar, y no por los piedrazos, sino por la masividad y organización, lo va a lograr.

Claudio Anibal Andreotti
DNI: 13.132.541
Militante trotskista.
Trabajador del 
diario Pagina12.