Sobre el balotage noviembre 2015

Este balotaje, que será una vez más elegir quien nos explote, no debería dividir al socialismo revolucionario, a quienes compartimos estas ideas y militamos por un futuro socialista, ni a nadie. Divisoria de aguas son muchas cosas, por ejemplo si pudiendo defender a un compañero despedido lo hacemos o no, si pudiendo organizarnos para defender nuestros intereses obreros lo hacemos o no, si trabajamos para que se termine con toda opresión hacia la mujer, si trabajamos dia a dia y en el tiempo para terminar con la sociedad de clases y mucho más, pero 10 horas de elección y un voto cada cuatro años, no es una divisoria de nada.

Las opciones de la izquierda son inexistentes, incomprensibles, indescifrables, no existe una alternativa socialista o de izquierda burguesa importante, es lógico que la gente tenga el reflejo de defender lo poco que tienen con la única opción que le ofrece el sistema, votar entre dos candidatos sean como sean y esto no significa que la sociedad se derechizó.

Scioli y Macri no son candidatos antagónicos representantes del progresismo y el liberalismos, la década menemista fue posible gracias a la expansión liberal mundial post caída del muro de Berlín y terminó en Argentina con el ascenso del 2001, y por otro lado el Kirchnerismo fue una expresión, hoy casi agotada, del efecto rebote a la década liberal a caballo de la venta de soja a China y la expansión minera en auge en Latinoamérica.

Son dos candidatos claramente de derecha, no fascistas sino de derecha, ambos anti abortistas, ambos católicos apostólicos romanos, ambos defensores del punto final y la obediencia debida, ambos defensores y amigos de Menem y el plan económico de la desocupación en masa que aún hoy, 15 años después, corta avenidas y rutas para pedir una bolsa de comida. Podemos ver el proyecto de Scioli en su mandato como gobernador y a Macri también, ninguno fue progresista en una década con plata, imaginémonos cómo serán en un ciclo de agotamiento económico.

En este marco de agotamiento económico, sin una alternativa de izquierda o progresista, lo menos importante es a quien votar en el marco de las elecciones sino cómo llegamos mejor organizados al momento de una ofensiva anti obrera, más claros, más fuertes. A cualquiera de los dos que gane le tocará ajustar y recortar el presupuesto del estado y el bolsillo de los trabajadores, y van a estar van a estar en peores condiciones para aplicar el ajuste si tienen menos votos, así que ante el balotaje el voto en blanco es la tercera opción activa.

Por otro lado el balotaje es un mecanismo profundamente antidemocrático que le permite a los que perdieron hacer una transa y ponerse primeros, y para que no se note nos meten a todos en una votación que lo encubre, así Scioli que ganó con el 37% de los votos mañana puede perder a manos de Macri que sacó el 34%.

Claudio.